Es la escuela donde aprendí todo lo que sé de cocina, aunque de un tiempo para acá estoy siendo bastante autodidacta, ya que me he movido un poco de especialidad, ahora estoy con tartas y cupcakes.
Os voy a contar como empezó todo. Tengo una preciosidad de hijo, al cual llevo a un centro de estimulación temprana, porque leímos un artículo relacionado con estos centros y nos pareció interesante, probamos con un mes y ya llevamos más de un año, estamos encantados. Pues cuando Unai, que es como se llama mi pequeño tesoro, cumplió un año, se me ocurrió hacer unos cupcakes decorados con glasé real de colores y tal fue el triunfo, tanto de sabor como de aspecto, que ya no pude parar. Y desde ese día no he parado de investigar, ensayar, y cocinar. Entonces me metí en el mundo fondant y vaya mundo, de niños jugábamos a que la plastilina era comida y hubiésemos dado el mundo para que fuera comestible y de repente descubro que ya existe!! Bueno que alegría la mía. y entonces empiezo a recibir pedidos y que sorpresa! me encanta y parece que no se me da nada mal. Así que mi idea es seguir y seguir, a ver dónde me lleva esto, espero que a seguir haciendo cositas de estas y quién sabe, quizá algún día llegue a tener mi propio taller donde crear esta magia maravillosa.
Pues mi primera entrada va a ir dedicada a mi primera tarta fondant. Fue un encargo para un niño increíble y apasionado por los pingüinos de madagascar, esos dibujos de Clan, sacados de la peli Madagascar.
Una vez que me explicó lo que quería, tenía que ver cómo podía hacerlo en tarta. Me decanté por una tarta en 3D. Querían que fuese de chocolate y rellena de chocolate blanco de tableta, nada de ganache, como descubrí más tarde, ni de buttercream de chocolate blanco. Querían chocolate blanco que cuando solidificase se quedara como la tableta.
Así que utilice mi receta de la tentación de chocolate, multiplicada por dos, y la rellené de trocitos de tableta de chocolate blanco. Por supuesto utilicé fondant marrón de sabor a chocolate, chocolate blanco para las partes blancas y fondant normal para el resto de detalles, como el pico y las patas.
Y éste fue el resultado:
Pusimos el nombre del niño varias veces con letras de azúcar.
Ahora la miro y le veo mil cosas que cambiaría, pero entonces me pareció increíble. La verdad es que para ser la primera no esta nada mal.
Como la entrada del blog, que para ser la primera me estoy enrollando ya lo suficiente, así que creo que lo voy a dejar aquí hasta mañana.
Mañana os cuento como ha ido la ponencia.
Un saludo!!!
